Sea
bienvenido usted señor lector a nuestro blog sobre mecánica de fluidos y el
vuelo de ciertas aeronaves tales como los zeppelines y los globos aerostáticos.
A nombre de los estudiantes Juan Felipe Simmonds y José Miguel Navarrete,
estudiantes de grado décimo de la corporación colegio San Bonifacio de las
Lanzas, esperamos que este blog le sea de ayuda y entendimiento. Este blog
tiene como fin el uso de los conocimientos adquiridos en física, gracias a
nuestro profesor Freddy Banguero, y aplicarlos en el funcionamiento de diversos
aparatos alrededor del globo.
No
sé qué ustedes se han preguntado por qué sucede algo, pero no han ido más allá.
El otro día estaba viendo el cielo y me pregunte: "¿Como hacer para volar
con la suavidad del aire?", entonces me acordé de un extraordinario
artefacto que había visto en vacaciones, este artefacto es llamado zeppelín, y
junto a un compañero, investigamos por qué a su funcionamiento y sin obligación
alguna fuimos más allá, no solo por nosotros sino por ustedes. Nosotros como
equipo encontramos la respuesta a " POR QUE VUELA UN ZEPPELIN".
En
la segunda mitad del siglo XIX, volar largas distancias seguía siendo un sueño,
ya que el aeroplano no era visto como algo practico, solo se podía volar por
globo aerostático, pero controlar su rumbo era algo imposible. La idea del
dirigible llego para conquistar los cielos mediante estos aparatos
extraordinarios, y en la primera mitad del siglo XX se empezaron a utilizar.
Ferdinand
von Zeppelín fue un noble e inventor alemán fundador de la compañía de
dirigibles zeppelín. Este personaje inicio su primer zeppelín en 1899 y lo
termino un año después. Este zeppelín era de estructura rígida y sirvió de
prototipo para muchos modelo siguientes a este. El primer zeppelín estaba
formado por una hilera de 17 cámaras de gas recubiertas de tela encauchada, y
el conjunto iba encerrado en una estructura cilíndrica cubierta por una tela de
algodón de superficie uniforme. También admitía un volumen de hidrogeno de 11,3
millones de litros.
Actualmente
hay 5 tipos de zeppelín, con diferentes composiciones, diferentes materiales, y
diferentes estructuras, que son indispensables para saber su uso y por lo tanto
saber que tan liviano es a comparación del aire, que es un factor fundamental
para la solución de esta pregunta.
Los
dirigibles rígidos se distinguen por poseer una estructura rígida la cual
mantiene múltiples globos o celdas que contiene gas no presurizado, eso quiere
decir que no necesita de la presión interna del gas para conservar su forma.
Los dirigibles no rígidos emplean de gas interno para mantener presión y así
retener su forma. Estos pueden ser globos de balizamiento, observación o
exploración que se distinguen de los aerostatos ya que mediante hélices pueden
dirigir su movimiento horizontal. Los dirigibles semi -rígidos exigen una
presión interna comúnmente menor, debido a que requieren una presión interna
generalmente menor, ya que incluyen estructuras bajo el globo que permiten distribuir
las cargas. El uso ha sido similar al de los dirigibles no rígidos. Los
dirigibles con membrana metálica tienen características de los dirigibles
rígidos y no rígidos, su estructura es de una capa metálica muy fina en vez de
tela plastificada. Los dirigibles hidráulicos son los más livianos de todos y
los más tecnológicos, tienen características de aeronaves.
La característica más importante de los
globos y de otras estructuras inventadas por el hombre, como barcos,
submarinos, entre otras, es llamada
flotabilidad. Se le define como la capacidad de un cuerpo de mantenerse sobre
un fluido. Es gracias al aire (en este caso demás materiales) que se encuentran
dentro del cuerpo lo que determina básicamente su capacidad de flotabilidad.
Los dirigibles, zeppelins y globos también
obedecen a un principio básico de un señor conocido como Arquímedes. El
principio de Arquímedes afirmaba que “un cuerpo total o parcialmente en un
fluido en reposo, recibe un empuje de abajo hacia arriba de igual peso del volumen
del fluido que desaloja”. Al aplicarlo al uso de los gases, descubriremos que
nuestro zeppelín recibe un empuje hacia arriba igual al peso del aire que
desplaza, lo que con ayuda de ciertos materiales, permita que nuestro globo se
mantenga en el aire. Sin embargo, un último factor es clave para el vuelo del
zeppelín, la densidad. Para que un cuerpo pueda flotar en otro fluido, es
necesario que la densidad del cuerpo que se pretende que flote sea menor a la
densidad del fluido. Recordemos que la densidad es la masa que encontramos en
un determinado volumen y esta densidad varia en muchos de los elementos que
encontramos en el planeta. Apliquémoslo en nuestro proyecto; el aire es una
mezcla de nitrógeno, oxigeno, vapor de agua, ozono, dióxido de carbono, hidrogeno
y otros gases, todos juntos tienen una densidad aproximada de 1,09gr/cm3 a una
temperatura ambiente. A grandes alturas sin embargo, su densidad aumenta un
poco, pues factores como la presión y la temperatura logran un cambio en la
densidad, alterándola incluso 1,29gr/cm3. El problema es, sin embargo, que su
densidad es relativamente baja y muy pocos elementos tienen densidades menores.
La solución fue utilizar gases más livianos que el aire, es decir,
aquellos materiales menos densos y los cuales fácilmente pueden flotar sobre
este. Por eso, se utilizan gases tales como el helio y el hidrogeno, con
densidades de 0.17gr/cm3 y 0,084gr/cm3, menores al aire para que estos al ser
puestos en los zeppelín puedan ser más livianos y flotar. En globos aerostáticos,
se utiliza un método más práctico, más barato y más común. Como dijimos
previamente, la densidad puede verse alterada dependiendo de condiciones como
la presión y la temperatura, en el caso de los globos aerostáticos calientan
aire y este se introduce en un globo. El calor genera que los elementos en su
interior se expandan, aumentando el volumen, lo que ocasiona que la densidad de
los gases en su interior descienda. Este pequeño cambio en la densidad logra
que, aunque sean solo 5 personas, puedan ser elevadas con facilidad. Es
mediante la regulación de estos gases, el peso y densidad que se logra la
elevación y flotabilidad de estos grandes artefactos.
En
la primera mitad del siglo XX, los dirigibles eran todo un lujo. Surcaban los
cielos y eran el medio de transporte por excelencia de la época( recordemos la aeronáutica
civil era bastante cara y los viajes en barcos bastante extensos). Mas que
posiblemente, el fracaso del dirigible se debió a el desastre del dirigible
hindenburg en 1937. El hindenburg fue uno de los 2 dirigibles más grandes jamás
construidos y las aeronaves más grandes de la historia. Fue un dirigible alemán
(nazi) que partió desde Alemania hasta Estados Unidos en 1937.
Al
llegar a Nueva York, el 6 de mayo de 1937, se observo en la parte trasera de
dirigible fuego de san Telmo, que son chispas de electricidad estática. Previamente
durante su vuelo, el dirigible había estado en un tormenta eléctrica, lo que
cargo su estructura con electricidad
estatica. Este fuego se expandió rápidamente por toda la estructura, incinerándola
en muy poco tiempo y provocando la muerte de 35 de las personas que se
encontraban en su interior.
La
principal causa del accidente es el hidrogeno que se hallaba en el interior del
dirigible. Como previamente dijimos, para elevar un zeppelín se necesitan
elementos menos densos que el aire, tales como el hidrogeno. Sin embargo,
dichos gases son altamente inflamables por lo que estos dirigibles eran
altamente peligrosos si entraban en contacto con el fuego. Otro factor clave
fue el revestimiento y la estructura con la que estaba hecha el globo, pues se
pensaba en una estructura ligera y se pensó muy poco en su contacto con fuego.
El revestimiento del zeppelín estaba basado en nitrato de celulosa(que es pólvora)
y que estaba impermealizado para resistir las duras condiciones exteriores del zeppelín.
Además, estaba protegido por capas de oxido de hierro y polvo de aluminio,
denominados como termita, y que es altamente explosiva y inflamable y ayuda a
la expansión de fuego. Juntos todos ellos, fueron una combinación letal.